sábado, 17 de junio de 2017

La espera de Laura.



              
El autobús giró en la rotonda y se encaminó de nuevo hacia la isla de luz en que se convertía cada noche la ciudad. Laura sin moverse, bajo la marquesina de la última parada, oyó como partía hacia la seguridad de las calles transitadas. Un escalofrío invadió su cuerpo al quedarse todo en calma.
Soplaba un viento fresco de las montañas del este, enfriado por las aguas del lago que atravesaba, antes de barrer los campos solitarios de los aledaños de la ciudad.
            Decenas de grillos ruidosos, el olor a tierra mojada y el retumbar de truenos cada vez menos  lejanos, vaticinaban que la noche de tormenta estaba cerca.
            Sola, sentada en el frio metálico del banco de la marquesina, sintió un miedo instintivo y profundo a la obscuridad. No era temerosa, ni timorata, al fin y al cabo había abandonado a su marido y una vida resuelta, por algo incierto, por una aventura. Pero indefensión ancestral le devenía desde sus impulsos más primitivos, al encontrarse plantada por su amante, en el que tenía que ser el día más feliz de su vida.
            De pronto las campanas del monasterio de San Francisco, al lado del lago, repiquetearon a vísperas, un toque que normalmente le calmaba, esta vez no la tranquilizaba. En ese momento envidiaba la vida reglada de los frailes y monjas y la seguridad de los muros de los monasterios.
            Miró el reloj, apenas había pasado un minuto desde la última vez, lo volverá a mirar cada vez como protocolo de una incertidumbre miedosa, con la querencia mágica de adelantar la llegada de Pablo, su amante.
            El cielo paso de negro a gris, los truenos, antes lejanos, se escuchaban  sobre su cabeza, los relámpagos amanecían el paisaje unos segundos, le insinuaban lo que ya sabía, que estaba sola.
La lluvia, forzada por el viento del este, entraba sin ser invitada dentro de la marquesina. Laura maldecía contra la inutilidad del ayuntamiento, contra el alcalde y toda su calaña. ¡Habían puesto la marquesina a favor del viento!
            Mientras se defendía del chaparrón, abrigada al otro lado del cristal, dos luces blancas tintineantes, desdibujadas con el ritmo rápido y sesgado de las gotas de lluvia avanzaban hacia la rotonda. Eran las primeras que veía en las dos horas que llevaba esperando.
Decidió parar el coche y pedirle que la llevara a casa de nuevo. De pronto recordó el quiosco de Antonio, el lugar de sus citas, las veces que había tenido que aguardar a Pablo hablando con Antonio en su trascienda y decidió esperar.
              Las luces se aproximaron, el coche paró, desde la ventana Pablo llamó a Laura, esta cogió su maleta, la puso en la parte de atrás y se sentó a su lado. Se besaron. Dos luces rojas tintineantes se difuminaron en la obscuridad de la noche.

martes, 25 de abril de 2017

Cursos del "Centro de Filosofía para Niños de España" en la "Universidad Autómoma de Madrid"


Cursos del Centro de FpN en la UAM

2. Enfoques en la investigación de la práctica de la filosofía en diferentes contextos eductivos

El objetivo de este curso es compartir las experiencias
y explorar los problemas planteados por la teoría y la
práctica de la investigación educativa, psicológica y
filosófica sobre la práctica de la investigación filosófica
en contextos educativos.
Durante los últimos 40 años se han publicado numerosos
estudios sobre la práctica de la filosofía en
contextos educativos y se han realizado con éxito algunos
meta-análisis clave de esos estudios. Por eso,
este curso, organizado en colaboración con el Centro
de Filosofía para Niños de España y el International
Council for the Philosophical Inquiry with Children
(ICPIC) plantea:
a) Explorar un abanico de enfoques de la investigación
en este campo; dar lugar a plantear cuestiones
relacionadas con esos enfoques de investigación y a
abordar de modo crítico y creativo las implicaciones
y dilemas de dichos enfoques.
b) Explorar algunas cuestiones específicamente filosóficas
sobre los temas de investigación relacionados
con la práctica de la filosofía en contextos educativo:
¿qué podemos considerar una investigación
en este campo concreto? ¿En qué se diferencia esta
investigación de otros enfoques habituales en la investigación
social o educativa? ¿En qué medida esos
diferentes enfoques pueden contribuir a configurar
las preguntas que se formula en la investigación y las
respuestas que se encuentran? ¿Cómo esas investigaciones
apoyan o ponen en cuestión específicas políticas
o ideologías educativas?
c) Pensar junto en qué medida podemos abordar
esos temas de manera crítica, apoyarnos como investigadores
y apoyar a otras personas (profesorado,
formadores del profesorado, alumnos de post-grado
y profesores universitarios) en el diseño y realización
de esas investigaciones




http://www.uam.es/UAM/Curso-2/1446739652438.htm?language=es&pid=1242687777259&title=2.+Enfoques+en+la+investigaci%C3%B3n+de+la+pr%C3%A1ctica+de+la+filosof%C3%ADa+en+diferentes+contextos+eductivos

jueves, 30 de marzo de 2017

CONFERENCIA INERNACIONAL ICPIC MADRID

 La imagen puede contener: texto

CONFERENCIA INTERNACIONAL
DE FILOSOFÍA PARA NIÑOS
EN MADRID

     Tengo el honor de pertenecer al Comité Organizador de la Conferencia Internacional de Filosofía para Niños que se celebra en Madrid a finales del mes de junio y es un placer compartir públicamente que se van a presentar más de 150 ponencias, pósteres y talleres y los asistentes que han confirmado su asistencia ya superan los 240 (todavía tienen ustedes varios meses más para apuntarse). Además, los estudiosos provienen de distintas partes del planeta, desde Asia hasta Oceanía, pasando por África, Oriente Próximo, América, África y Europa.

     No me extraña tal afluencia de expertos puesto que es una gran oportunidad de aprendizaje en comunidad sobre la didáctica del pensamiento crítico, de la ciudadanía y, en definitiva, de la Filosofía. Es, por otro lado, una prueba contundente de la importancia que nuestras materias —Valores Éticos, Filosofía, Ciudadanía, Derechos humanos, etc.— deben tener en los planes de estudios de los currículos de todo el planeta.

     Son cuatro los conferenciantes principales que hablarán sobre los temas más destacados, a saber, Eugenio Echeverría, Gert Biesta, Jen Glaser y Roberto Colom y decenas de especialistas que, también al más alto nivel, van a compartir sus experiencias e investigaciones con los asistentes desde el 28 de junio hasta el 1 de julio.

     Igualmente, como complemento a la Conferencia, contaremos con:
Seminarios previos a la Conferencia del 26 al 28 de junio con el título de Exploring the Practices and Challenges of Conducting Research in Philosophy for/with Children (Explorando las prácticas y retos de la investigación en Filosofía para Niños).

Talleres posteriores a la Conferencia del 3 al 7 de julio, con los títulos “Embodiment in the Unexpected: Improvizing inquiry as a form of complex thinking”, “Philosophical Inquiry in the Cultural Spaces of Museums”, “The Art of Questioning: Going Deeper in our Thinking”, “Games Leading to Philosophical Inquiry with Children: Play Wise Olympiads” y “Making Change: Integrating P4C with Design Thinking”.

    Cursos certificados posterioes a la Conferencia: “SAPERE Certified Level 1 Course”, “Preguntar, dialogar, aprender” y “Habilidades para dirigir una clase basada en el diálogo”.
El trabajo es intenso y va aumentando a medida que se acerca la fecha, pero es muy gratificante porque el producto de este trabajo es la mejor evidencia contra las afrentas que recurrentemente sufre la Filosofía en los planes de estudios de casi todos los países del mundo.

     Si no lo ha hecho todavía y le gustaría asistir a la Conferencia Internacional del ICPIC tiene tiempo hasta el 1 de abril para acogerse a un descuento; desde esa fecha el precio subirá un poco. Visite nuestra web para inscribirse.


http://congresos.fuam.es/fuamcongresos/philosophical-inquiry-with-children-coming-of-age-family-resemblances-xviii-international-conference-of-icpic/home

www.filosofiaparaninos.org


sábado, 11 de marzo de 2017

LARGO PAISAJE




Abatida, mi último día, reuní mis objetos personales. En la canasta de desilusiones fui guardando el portarretratos con la fotografía de Juan, mi difunto marido. Una maceta. Un juego de escritorio, obsequio de mi jefe, en mis “bodas de plata” en la empresa. Mi fiambrera rosa y el reloj de pulsera me que han regalado mis compañeros en una emotiva y lacrimógena despedida. ¡Cuánta vida en un caja tan pequeña!

Mis días trascurrían en la ilusión de que mi vida aún estaba a medio hacer, que tenía muchos sueños por cumplir, cuando—como por sorpresa— me estalló la jubilación.

Solo han pasado tres meses,  pero aquella tarde me parece mucho más lejana, perdida entre recuerdos y nostalgias inútiles. 

                Tomé el tren de las 18,35, me acomodé en el segundo asiento del tercer vagón, al lado de la ventanilla derecha. 

—Es mi sitio —pensé amargamente— Y lo imaginé abusado por otros culos informes. Violado por ventosidades ajenas.
                
            Me figuraba que el tren avanzaba muy rápido, más que otros días: no quería llegar a una casa vacía. Sin mi Juan, sin mis sueños cumplidos. Sin mis hijos, que trabajan fuera. Me asustaba la casa donde viviría mayor y sola.

Al otro lado de la ventanilla, intuía sin ver, un paisaje conocido. Los verdes campos salpicados con tintes rojos de amapola y el paraje árido del verano madrileño, han mutado en estos años, al ladrillo y cemento de edificios sembrados y crecidos por todas partes.

 Esa metamorfosis del paisaje me evocaba a mí misma, con 20 años, virginal, cargada con una canasta de ilusiones, en el primer día de trabajo en la empresa. Cuarenta y cinco años me habían cambiado, habían sembrado en mí malas hierbas que no me habían dejado florecer.

Mi rostro tornaba triste mientras pensaba, a veces  enfurecida, otras asqueada, las menos animada. 

Un sabor un sabor metálico y agridulce acudía a mi boca. De alegría, por supuesto, de no tener que volver a esa oficina y de una triste nostalgia de lo que nunca podré recuperar, para mi llegó tarde la igualdad.

BUSCO



Busco mi rostro en el frescor de las acequias. El agua parte sin prisa, con música suave. Me invita a su viaje. Me convida a su descanso. Es su llamada a ejecutar la sentencia dictada. 


 Quique me quedé sola buscando el amor. Mis labios te buscaban para saciarse. Mi cuerpo estaba sediento del tuyo. Mi vientre fruto seco. Era la mujer que espera.


 Me acuesto en el lecho del agua y me dejo llevar, mi ropa se esparce en una danza quieta. El cielo, de despedida, me regala todo su azul. 


Dos pequeñas aves bailan su deseo, fracturando el silencio. Rompen el rito. 


 ¡Desigual herencia! ¡Poca igualdad!  Mis ojos me alejan de la muerte. Quique ciego de nacimiento. 


  Relego mi promesa. Quizá busque otro solitario manantial, otro tiempo más favorable.

miércoles, 8 de marzo de 2017

EL PASILLO CENTRAL



             Acaba de cumplir 35 años.
 Susana traspasa con paso decidido el umbral de la puerta, se encuentra con un amplio espacio conocido. Camina ligera por el pasillo central. Las miradas incrédulas y recelosas de los hombres sembrados en las mesas, se clavan en ella. Los ignora con una pose estudiada, los conoce bien, ha trabajado junto a ellos más de cuatro años.
Por increíble que parezca, con su cuerpo menudo y cara de niña, posee una fuerza exorbitante y una inteligencia poco común. Susana acostumbraba a resolver los grandes problemas que surgían en su empresa, con creatividad, eficacia y  entrega total al trabajo. No le había valido un ascenso 
            Unos grades tacones, una ajustada blazer y falda plisada de color negro sanitado, remarcan su proporcionado cuerpo. Le hacen parecer más alta y más inaccesible a los ojos que la escrudiñan en cada paso.
            Recuerda esos cuatro años en que los días pasaban, se hacían más pesados, menos ágiles y nada nuevo sucedía, En que fue usada y dominada una y otra vez por compañeros y jefes, sin equidad, sin respeto. Una violación sistemática de su género le hacía sentirse sucia, inferior y temerosa. Lo único que quería era tener las mismas posibilidades que disfrutaban los otros, los hombres, quería igualdad. No se atrevía a luchar para poner fin a esas diferencias. Pero de ningún modo quería renunciar.
            Un día, como tantas veces antes, encontró los ingredientes exactos de la salsa y se atrevió. Pasó por encima de compañeros parásitos y de inútiles jefecillos. Recogió las cosas de su escritorio, por si su acción implicaba un despido inmediato, —no quería demorarse en la vergüenza—. Se encaró con la misma puerta, al final del pasillo, a la que en este momento está a punto de llegar y se adentró en la aventura.  Triunfó.
            A medida que está llegando a la puerta del final del pasillo va creciendo el entorno, a las miradas se le suman murmullos, ¡es la puerta de los jefes! Después de su paso se atreven, se levantan y miran su cuerpo, que siempre estuvo escondido, en la mesa pequeña de la esquina.
            Franquea la puerta, esta vez triunfante. Detrás los jefes le felicitan, le acompañan a su nuevo despacho Al otro lado los compañeros extrañados no pueden evitar enterarse. Se miran incrédulos.
Susana marca un número en el móvil. Una mujer con una pequeña  maleta con ruedas atraviesa el pasillo central. Se la entrega a Susana. Empieza a desvestirse delante de los jefes, primero les tira la blazer, después la falda negra. Se quita su blusa blanca, dejando descubiertos sus  juveniles pechos redondeados.
—No quiero ropa que imite a la de los hombres, os la podéis quedar— les grita flojito. No quiero comportarme como un hombre.
  Abre la maleta. Se viste con ropa cómoda. 
              Desde el quicio de la puerta,  mientras su cuerpo se componía en un gesto altanero, pregona 

a ambos lados que abandona el trabajo, que ha fundado su propia empresa.